La cultura del tatuaje se remota a los orígenes de la humanidad. Cierto es que pueda arrastrar todavía algunas connotaciones negativas en determinados segmentos de la población, en algunas culturas, etc… . Pero, sin lugar a dudas, podemos afirmar que esta afición no ha llegado a nuestros tiempos perdiendo impulso sino, más bien, todo lo contrario. Se estima que más del 20 % de la población mundial tiene algún tatuaje. En su mayor parte, la edad en la que alguien decide tatuarse por 1ª vez suele ser temprana (< 25 años). Por sexos, no hay grandes diferencias entre hombres y mujeres, aunque ellos llevan la delantera.
Contemplar a actores, cantantes, deportistas de élite,… luciendo espléndidos tattoos en su piel, ha supuesto un estímulo para muchas personas. No es, para nada, aventurado decir que su uso se ha generalizado. Inyectar tinta bajo nuestra piel representando un símbolo, sea un dibujo, un nombre, una frase,… se ha convertido en un modo de expresión como otro cualquiera.
En cuanto a lo que representa en sí misma la profesión de tatuador cabe señalar una realidad. No haber estado apenas regulada ha propiciado que se asocie históricamente a la clandestinidad y la economía sumergida. Aún hoy en día, quien tatúa es alguien con ciertas dotes artísticas que ha aprendido el oficio trabajando un tiempo con alguien más experimentado.
Es justo decir que la situación ha ido mejorando a medida que han ido estableciéndose normas. No obstante, sigue existiendo poca claridad al respecto. Dentro de Europa, los distintos países discrepan en cuanto a las tintas permitidas. Dentro de España, cada CCAA establece sus propios requirimientos para ejercer este oficio. En cualquier caso, es una realidad que están proliferando los locales abiertos al público donde se realizan tatuajes. En algunos casos se complementan con la posibilidad de hacerse piercings, sesiones de micropigmentación (cejas, labios,…) y microblading.
Teniendo en cuenta que se trabaja con fluidos, sería razonable y deseable que se incrementarán los controles. Especialmente sobre los procesos de esterilización del instrumental (agujas, puntas, máquinas,…) y las tintas utilizadas en el proceso.