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Invitación a la acción

Propuestas tradicionales: De la teoría a la práctica

En primer lugar, cabe reconocer el mérito de lo que hemos venido en llamar “propuestas tradicionales de solución”. Han servido para superar el discurso teórico y pasar de las palabras a los hechos. Esta “invitación a la acción” ha servido para combatir algunos de los efectos negativos de la problemática asociada al fenómeno de la productividad. Además, son el resultado de siglos de estudio.

propuestas tradicionales
Invitación a la acción

La trascendencia de la materia ha atraído históricamente la curiosidad, el interés y el consiguiente análisis de los expertos. Por ese motivo, el caudal de aportaciones es más que considerable. Tras repasar todas las que nuestra capacidad de trabajo y nuestros medios han dado de sí, extraemos algunas conclusiones. Con un afán de simplificación meramente didáctico, consideramos que todas tienen encaje en uno u otro de los siguientes tres planteamientos:

1.- Trabajar más horas y hacerlo más intensamente

Es la solución perpetua,  la más primitiva, universal y socorrida, la menos desarrollada intelectualmente y la menos efectiva. De ella se tiene la certeza de que es fuente de cansancio, precipitación, errores, fracasos y frustración.

2.- Aplicar técnicas de gestión

Buscan aprovechar más cada momento. Tratan de ir arañando minutos de aquí y de allá a base de ir combatiendo a lo que llaman sus defensores los “ladrones de tiempo”. Y ello, con el fin de dedicar ese botín recuperado a las tareas identificadas como prioritarias. Hacen uso de la matriz urgente-importante con la matriz de Eisenhower (o matriz de Covey) y el análisis ABC combinado con el famoso principio de Pareto (Ley 80/20)

propuestas tradicionales

El problema de este conjunto de soluciones es que sólo se adaptan a un tipo de entorno: el estático. Porque en los dinámicos lo que es importante, lo que es urgente y las prioridades cambian constantemente y a la velocidad del rayo. Sin embargo, en la realidad actual entornos estáticos cada vez quedan menos mientras que los dinámicos van en aumento.

3.- Seguir algún método de productividad personal

Los podemos encontrar etiquetados de distintas maneras: métodos de productividad personal, de organización de tareas, de proyectos o de gestión de actividades,… Suponen la modernización en el tratamiento del fenómeno analizado. Parten de la renuncia a gestionar el tiempo en sí mismo.

propuestas tradicionales

Intentan emular en mayor medida el funcionamiento del cerebro humano. Se centran en gestionar tareas o actividades, sabiendo en todo momento lo que dejamos de hacer y por qué. Aportan dos cosas muy importantes como son control y perspectiva. En algunos casos, incluso permiten fomentar el liderazgo personal.

 

Análisis crítico de las propuestas tradicionales

Bien utilizadas, como parte de una estrategia global, las propuestas tradicionales son más que válidas. Pueden contribuir de un modo esencial a la solución de la problemática relacionada con los fallos de productividad. Todas ellas, en mayor o menor medida, aportan su granito de arena y contribuyen a un ardua tarea. La de hacer que nuestra vida sea menos caótica de lo que pudiera ser si no nos aplicáramos en este empeño.

No obstante, se aconseja andar precavido con las propuestas que:

  1. tomen la parte por el todo y obvien la consideración de otros factores determinantes. Si se quiere hacer bien el trabajo, no queda otra: debemos abordar la cuestión de una manera integral. Debemos tener en cuenta todos los factores (internos y externos) que tienen influencia en el rendimiento personal.
  2. ignoren la relevancia de la dimensión espacial y centren su análisis exclusivamente en la temporal. Tan importante es una como la otra a la hora de fabricar el caldo de cultivo idóneo donde podamos proponer mejoras sobre el rendimiento individual.
  3. confundan el fin con los medios, olviden el método tan sólo es un instrumento para hacernos crecer y lograr objetivos en el trabajo, y acaben creando una realidad paralela que les suponga más carga de trabajo. Cuando ejecutamos las tareas que el método no estamos trabajando sino que estamos preparándonos para trabajar. El trabajo es el trabajo.
  4. confundan actividad y productividad. De nada sirve un sistema que nos permite atender compromisos con los demás y con nosotros mismos si nuestros objetivos no se alcanzan.

Ahí es donde encuentra cabida nuestra propuesta.

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