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GESTOR DE TAREAS (mejor dicho, de ACTIVIDADES)

Introducción

Cada herramienta está pensada para un uso principal. Del mismo modo, cada palabra está pensada para definir un concepto. Si somos rigurosos, y hasta escrupulosos (no hace falta ponerse triquismiquis) con el uso de las distintas herramientas y los distintos términos, gozaremos de una ventaja indudable con respecto a quien no lo hace.

Los gestores de “actividades” (mal llamados, de “tareas” -luego veremos por qué-) se encuentran a medio camino entre los gestores de notas y calendarios (más simples) y los gestores de proyectos (más complejos).

Lo que pueden llegar a ofrecer de más con respecto a las aplicaciones de notas o calendarios es la posibilidad de:

      1. clasificar las actividades en listas de distinta naturaleza
      2. crear etiquetas con las que adjetivar las cosas que hacemos
      3. definir prioridades / señalar importancia
      4. explicitar el motivo que hay detrás del alta de una actividad
      5. usar filtros, que nos ayudarán a usar atajos para manejar la información según los fines que se persigan.
      6. fomentar su uso a través del seguimiento estadístico con formatos gamificados.

Lo que ofrecen de menos que los gestores de proyectos es la capacidad de integrar la actividad de los distintos miembros de una organización.

Los gestores de “actividades” cubren las necesidades de quienes buscan incrementar su productividad realizando una programación diaria de actividades (PDA).

Se adaptan como anillo al dedo a aquellas personas que actúan por libre a la hora de organizar su agenda de actividades, sin pretensiones de encajar en el modo de organizarse de un equipo.

Por lo tanto, se configuran como la herramienta informática de productividad individual básica. Es idónea para ejecutar el método ON-TIME. 

Contenido

Efectivamente, nuestra PROGRAMACIÓN DIARIA DE ACTIVIDADES, base del MÉTODO ON-TIME, va a conformarse con actividades que, no sólo requieran determinar qué-cuándo-dónde-quién (eso ya lo cubren los gestores de calendario), sino en qué contexto, por qué motivo y con qué prioridad. El uso combinado de los filtros, las etiquetas y las listas o carpetas nos va a allanar el camino para cumplir este cometido.

Llegados a este punto, es importante que distingamos entre:

    • los eventos. No son actividades sino información asociada a un día (y en ocasiones, a una hora de inicio y/o de finalización): un cumpleaños, una reunión, un partido de fútbol… son sucesos que ocurrirán con o sin mi presencia, y además lo harán en un momento predeterminado. Ante la duda, para identificarlos, cabe preguntarse “sin mí ¿este hecho sucedería?”. Distinto es que de mi participación en él pueda derivarse la necesidad de realizar alguna actividad, para lo cual tendré que darla de alta como tal. A efectos prácticos, los eventos deben ser nombrados con un SUSTANTIVO, nunca con un VERBO.
    • los distintos tipos de actividades que debemos gestionar:
        • los encargos hacen referencia a las actividades que no tengo que hacer yo, siendo de mi incumbencia. Me conciernen porque requieren mi atención y suponen acción, pero la ejecución de esta acción no recae sobre mí. A efectos prácticos, los encargos deben ser nombrados con un VERBO pues son una acción, nunca con un SUSTANTIVO.
        • las tareas propiamente dichas se deben contemplar como actividades que tengo que hacer yo, aquellos sucesos en los que mi presencia es imprescindible, que pueden o no tener fecha asignada: asistir a una cita, realizar una llamada, contestar un correo… son sucesos que ocurrirán sólo cuando yo ejecute la acción que conllevan, pero lo harán cuando tenga que ser, cuando yo pueda hacerlo. En este sentido, yo podré programarme una tarea y no llegar a llevarla a cabo y en cambio, puedo hacer cosas que no tenía previstas. A efectos prácticos, las tareas deben ser nombradas con un VERBO, nunca con un SUSTANTIVO. Existe un tipo de tarea especial que llamamos hábito y que sólo se distingue del resto de tareas en que su fecha de ejecución no es única sino repetitiva, normalmente en una frecuencia periódica.

Igualmente, resulta especialmente útil establecer una diferenciación entre dos tipos de tareas:

      1. Tareas “concretas, o TAREAS propiamente dichas. Son aquellas actividades que nos incumben y a las que ya les hemos puesto día y hora de ejecución. Formarán parte de la PDA junto con los eventos que compartan fecha, incluso con los encargos que debamos tutelar. Se encuentran en una fase de maduración más elevada.
      2. Tareas “inconcretas” o DESEOS. Son aquellas que suponen intención y voluntad de realización, pero que no tienen un día y una hora definidos. Forman parte de una lista de actividades pendientes (“TO-DO-LIST”), de la cual tiraremos para completar nuestra PDA en función de la disponibilidad que dejen libre los eventos y las tareas concretas. Se encuentran en una fase de maduración más temprana.

En un sentido estricto, los gestores de calendario debieran registrar los eventos, los encargos y las tareas concretas. Por su parte, los gestores de notas debieran encargarse de albergar la información (FILEBOX) relevante que no implicara acción. Y los gestores de actividades debieran registrar todas las tareas (INBOX) y, adicionalmente, contar con la información del calendario de eventos (FILEBOX) si y sólo si se produce un “accionamiento” del input que suponga un cambio de nuestro rol testimonial a protagonista. De este modo, podremos determinar cuál es el tiempo neto disponible para llevar a cabo los deseos (INBOX) y pasar revista a los encargos (SIDEBOX) que tenemos pendientes.

Esta visión pone de manifiesto la importancia de integrar plataformas de calendario y de tareas, para que los datos se sincronicen automáticamente.

Las fechas que definen a las tareas son:

    • La de inicio (start date)
    • Eventualmente, la de repetición (repeat) para tareas periódicas
    • La de vencimiento , que puede ser fija (due date) o límite (deadline)
    • La de recordatorio (reminder)

Es tremendamente útil que la aplicación de gestión de actividades (mal llamada de tareas) se adapte a esta realidad conceptual. Cuando uno está elaborando su PROGRAMACIÓN DIARIA DE ACTIVIDADES, debe partir de los eventos del día (a título informativo, por si alguno de ellos se acciona y pide transformarse en actividad), los encargos que se sitúan en nuestro ámbito de influencia, añadir las tareas concretas y completar la jornada laboral seleccionando una cantidad razonable de deseos (tareas inconcretas) de la lista de pendientes. La prioridad vendrá marcada por el contexto y también en base a criterios de importancia (alineación con objetivos) y urgencia (proximidad al vencimiento).

Cabe señalar que algunos de los mal llamados gestores de tareas, para resultar más “prácticos”, se meten en áreas que no son de su competencia y permiten otras opciones como:

  • la opción de facilitarte la elaboración de la lista de la compra (para lo cual, los gestores de notas funcionan a las mil maravillas) 
  • la opción de asignar tareas e invitar a terceras personas, lo cual ocasionalmente está muy bien, pero no es ésta la esencia para la que fueron creados. Si es un uso que se hace recurrente es porque nos encontramos trabajando en equipo y, para satisfacer las demandas de organización en los entornos de trabajo colectivos están los gestores de proyectos.

La única excepción a esta regla la encontramos en la conveniencia de integrarse, como se ha dicho antes, con la función de vista agenda que ofrecen los gestores de calendario

Análisis

ANY.DO
GOOGLE TASKS
IKE
REMEMBER THE MILK
TICKTICK
TO DO
TODOIST
TOODLEDO

La era digital nos genera problemáticas nuevas pero también nos ofrece soluciones fantásticas para no quedarse apeado del tren del progreso. Con carácter general, las opciones analizadas cumplen los siguientes requisitos a nivel conceptual:

      1. requerir una inversión de tiempo correcta y rentable,
      2. ofrecer una curva de aprendizaje corta y empinada
      3. disponer de una versión gratuita lo suficientemente potente como para ser conscientes de lo que compramos si accedemos a las versiones de pago
      4. contribuir a la generación de la Programación Diaria de Actividades (PDA)
      5. ofrecernos la posibilidad de identificar y gestionar el DAFO (Debilidades – Amenazas – Fortalezas – Oportunidades) 
      6. servirnos de guía para alinearnos con los objetivos establecidos
      7. ayudarnos a sistematizar el seguimiento de resultados
      8. permitirnos analizar las causas que los han provocado

Con carácter específico, las características que se han tenido en cuenta a nivel técnico para valorar las distintas opciones, que nos hacían merecer el esfuerzo de ser probados y analizados han sido cumplir el mayor número de los siguientes requisitos:

      1. IDIOMA: A pesar de que muchas de ellas tienen su origen en países anglófonos, valoramos muy positivamente tener disponible su versión en castellano. Por tres razones:
          1. el público de esta web es de habla hispana
          2. el indudable peso de nuestra lengua en el mundo
          3. la facilidad con la que se pueden implementar las traducciones con los medios tecnológicos existentes.
      2. MULTIDISPOSITIVO: Estar adaptado a todos los formatos digitales (smartphone, tablet, portátil -laptop- y escritorio -desktop-),
      3. SINCRONIZACIÓN automática las entradas de información a través de cualquier dispositivo
      4. MULTIPLATAFORMA: Estar disponible en las principales plataformas (iOS y Android)
      5. TRATAMIENTO DE FECHAS: Contemplar diferencia entre inicio y fin (límite / tope), así como recordatorios y repeticiones, que tanto simplifican el proceso de alta de nuevas actividades.
      6. SISTEMA DE CLASIFICACIÓN: Fundamental contar con la posibilidad de estructurar el contenido de la información con un sistema de LISTAS y ETIQUETAS adecuado. 
      7. FILTROS de visualización que funcionen como “atajos” para acceder a la información que nos interesa de un modo personalizable a las necesidades de cada cual.
      8. DIRECCIÓN E-mail PROPIA: Tener habilitada la posibilidad de convertir e-mails recibidos en entradas de información que puedan convertirse en actividades.
      9. EXTENSIÓN NAVEGADOR: Disponer de extensión en Google-Chrome para poder capturar contenidos durante la navegación web
      10. CONECTIVIDAD: Formar parte de plataformas de automatización y conexión de apps cloud tales como Zapier o IFTTT, sin ser un requisito indispensable, supone una ventaja añadida

Selección

Pódium

En principio, Todoist y Tick-Tick son ideales para implementar el workflow del método ON-TIME. Estamos ante dos herramientas perfectas para cumplir el cometido de GESTIONAR ACTIVIDADES. Y además, podemos decir que casi casi por igual. Incluso que se parecen demasiado. Sea como fuere, cualquiera de ellas ofrece las suficientes prestaciones como para adaptarse a las necesidades que planteamos con un grado de simplicidad correcto. Si alguna diferencia había entre ellas, desde que Todoist ha incorporado recientemente la visión calendario, ambas compiten claramente entre ellas en un mismo formato y prácticamente en igualdad de condiciones. Y ello, en todas las versiones posibles (móvil, tablet y sobremesa). Valoramos especialmente el desarrollo llevado a cabo de un sistema de filtros customizables o de listas inteligentes para fusionar listas, calendario y etiquetas.

Sin embargo, a estas aplicaciones ganadoras les sigue de cerca un competidor muy muy serio. Alguien que se distingue por su enorme despliegue de medios y su personalidad. Efectivamente, consideramos a Toodledo como la opción con mayor grado de sofisticación de entre todas. El más perfeccionista y riguroso de todos los gestores de actividad analizados. Quien se acerca a él por 1ª vez puede pensar que está diseñado para una élite de usuarios expertos. Pero como también se caracteriza por su gran versatilidad, este prejuicio se desvanece a medida que se le pierde el miedo y se le gana confianza. Y aunque su curva de aprendizaje no sea la más corta y empinada entre sus homólogos, no nos cabe duda de que aprender a usar TOODLEDO es un esfuerzo que merece la pena llevarse a cabo.

Las únicas pegas: no estar disponible todavía en el IDIOMA español acaba por ser casi la única (porque la conexión con los gestores de contactos es una carta a los Reyes Magos que hoy en día sólo encontramos en una aplicación de menor relieve). Y luego, que no es tan divertido como TODOIST o TICKTICK, que estimulan su uso mediante el reto de superarte y alcanzar niveles a través de la gamificación.

Resto de gestores de tareas

Remember the milk (RTM) es un clásico, una de las aplicaciones de tareas más antiguas que existen. Atiende lo esencial y resulta muy intuitiva. Se integra con otras aplicaciones, tiene una interfaz muy amigable y es cómoda de usar. Si no existieran opciones más completas, sería un gestor de tareas con el que podría trabajar perfectamente sin echar en falta nada ni a nadie.

Any.do en versión móvil puja por estar al nivel de las mejores. Tiene una interfaz muy sencilla y un grado de usabilidad más que digno desde su página principal (con su fantástica estructura de listas y etiquetas). Además, su integración con Whatsapp y su Any.do moment resultan bastante efectistas. Sin embargo, no compensan la carencia que supone el no poder recibir correos como tareas desde cualquier servidor ni contenidos web desde su extensión en el navegador. A un gestor de actividades se le debe exigir que facilite al máximo la captura de inputs. Tampoco entendemos que haya eliminado la opción de establecer prioridades que tuvo en algún tiempo. Además de esto, en versión tablet, escritorio o web rebaja mucho las prestaciones que ofrece en el móvil y ahí baja muchos puntos. Entendemos que el motivo es porque se encuentra en fase beta y que, por lo tanto, las mejoras pueden llegar en el futuro próximo.

To Do tendría la posibilidad de tratar a las seleccionadas de tú a tú si cerrase con éxito el proceso de integrarse con sus aplicaciones hermanas. Con MICROSOFT OUTLOOK gestor de correo está perfectamente conectado, pero no así con su aplicación de CALENDARIO lo cual es bastante limitante (tampoco se integra con su aplicación de notas ONENOTE). Una verdadera lástima porque es un gestor de actividades que ha hecho extraordinariamente bien lo difícil (conceptualmente está muy bien diseñado) y en cambio hace aguas en lo fácil (conectarse con los suyos).

Tasks, el gestor de actividades de GOOGLE, es otro caso que nos resulta llamativo. Representa la expresión pura del minimalismo más básico. Como cuenta con la gran ventaja en este caso de estar integrado con sus aplicaciones hermanas (GMAIL -correo- y CALENDAR -calendario-), se puede permitir apostar por la simplicidad máxima. De todo lo que hemos dicho antes que pueden ofrecer las aplicaciones de gestión de tareas con respecto a las de notas y calendario sólo aportan una: la clasificación en listas de la misma naturaleza. Prescinden de todo lo demás: fijar recordatorios, etiquetar actividades, definir prioridades, crear filtros de visualización, historiales estadísticos o sistemas de gamificación que fomenten el uso de la herramienta. Ni siquiera algo tan sencillo como visualizar las actividades conjuntamente, sólo lista a lista. Pero bueno, es la apuesta del gigante y estamos convencidos que estará basada en estudios que les llevan a concluir que a un gran número de usuarios les basta con esto para organizarse la jornada.

Otros gestores de tareas interesantes

A IKE también le faltan muchas cosas. No nos deja enviarle correos como tareas ni ofrece visión calendario. Tampoco se puede usar en versión escritorio, ni permite crear subtareas ni etiquetar ni fijar prioridades, etc… Quizá lo más inquietante es que cuando te descargas la aplicación sólo te sirva para ese dispositivo y no permite crear una cuenta que se sincronice con tus otros dispositivos. Tantas carencias tiene que en algunos momentos hemos pensado que se parece más a un gestor de notas y calendario que a uno de tareas.

No obstante, plantea una propuesta especialmente atractiva visual y conceptualmente. Aunque se inspira en la matriz urgencia-importancia de Covey como sistema para diferenciar entre actividades, nosotros la hemos adaptado a la estructura de listas ON-TIME que se verá más abajo. Y en las pruebas de testeo, el resultado ha sido más que satisfactorio lo que nos permite comprender que sea la aplicación preferida por determinadas personas que sólo buscan “sota-caballo-rey”.

Por lo que respecta a MY_WOORK pasa otro tanto de lo mismo. A esta joven aplicación le falta usabilidad y muchas otras cosas que se pueden consultar en la tabla expuesta más arriba. Aún así, la hemos querido traer a colación porque no se le puede negar la originalidad de haber integrado en la gestión de actividades, la de notas y, sobre todo, la de contactos. Algo que debiera servir de ejemplo para que los demás pudieran copiarlo pues es extremadamente útil. 

Estructura de LISTAS según Método ON-TIME

En la correcta definición de las LISTAS (mal llamadas PROYECTOS en algunas aplicaciones de gestión de actividades) está la clave para alcanzar el óptimo aprovechamiento de estas herramientas. Para no errar el tiro es necesaria una visualización adecuada del circuito que sigue la información que nos va impactando cada día mientras nos dedicamos a cumplir con las actividades que tenemos programadas en nuestra PDA. Sólo si contamos con esta base conceptual vamos a llegar al conocimiento exacto de cuáles son las listas necesarias para regular el intenso tráfico de información con que nos encontramos durante la jornada laboral.

En base a este esquema, las listas que debemos habilitar en cualquier gestor de actividades que usemos son las siguientes:

      • FILEBOX-Eventos: No son actividades sino datos de sucesos con fecha asignada en los que participamos como testigos. Mientras no exista un hecho desencadenante de un cambio de nuestro rol, que nos haga pasar a ser protagonistas, sólo se tomarán como referencia a tener en cuenta. El dato de una fecha de cumpleaños de un amigo es un simple evento, pero tomar la decisión de llamar para felicitarle ya es una actividad.
      • SIDEBOX-Encargos: actividades delegadas en terceras personas que debemos tutelar que se llevan a cabo
      • INBOX-Deseos: actividades que debemos realizar nosotros en algún momento aún por determinar
      • INBOX-Tareas: actividades agendadas en las que participamos como actores principales de un modo puntual y único
      • INBOX-Hábitos: actividades agendadas en las que participamos como actores principales con una frecuencia periódica
  •  

Con la aplicación IKE, renombrando las categorías, podemos conseguir una estructura de contenidos perfecta:

IKE resulta especialmente adaptada a la filosofía de nuestro Método

Con esta clasificación de la información, vamos a poder:

    1. acometer las actividades programadas durante la jornada laboral según nuestra PDA (n), sin más rupturas de concentración que las estrictamente justificadas
    2. generar fácilmente nuestro PDA (n+1), que será la guía base de nuestra actividad para la jornada siguiente.

Como se puede comprobar, hay una parte de listas que no es necesario seguir porque no son necesarias para los fines que perseguimos utilizando un gestor de actividades. Nos referimos a:

    • OUTBOX-Papelera: inputs de información que no merecen siquiera nuestra atención
    • FILEBOX-Información: datos sin fecha que es mejor custodiar en una aplicación de gestión de notas o de información, dependiendo de su trascendencia
    • LATER-Urgencias no inmediatas: tareas no programadas que pueden diferirse dentro del espacio temporal de la jornada laboral
    • NOW-Urgencias inmediatas: tareas no programadas que se cuelan en la jornada laboral y que, en función de qué tipo de tarea PDA nos pillen ejecutando, se harán enseguida o no se harán (algo que determinará la Matriz de Prevalencia).

Ejemplos prácticos

ANY.DO
GOOGLE TASKS
MICROSOFT TO DO
TICK TICK
TODOIST
TOODLEDO

Estructura de ETIQUETAS según Método ON-TIME

La elección de etiquetas es algo muy personal y debe basarse en la casuística particular de cada cual, pero hasta cierto punto. Recomendamos no perder de vista el esquema de catalogación de tareas que utilizamos en el Método On-Time. A saber:

  1. EFICACIA = “¿QUÉ?”: Encuentros, Llamadas, Mensajes,…
  2. EFICIENCIA = “¿CÓMO?”
    1. PRIORIDAD: tarea clave, tarea personal, tarea laboral, tarea de relleno
    2. TIEMPO: como las fechas se gestionan desde el calendario, aquí se puede etiquetar la duración prevista de la tarea (indefinida, 60min, 30min, 10min, 2min,…)
    3. ESPACIO: casa, oficina, lugar acordado, nube, ordenador, móvil,…
    4. OBJETO: reto, objetivo, desafío, meta,…
    5. SUJETO: persona/s relacionada/s

Cuestionamos la mayor

Lo primero que debemos plantearnos es ¿tiene sentido etiquetar las actividades?. ¿y establecer prioridades entre unas y otras, o marcarlas como importantes? Que todo un gigante como Google renuncie en su aplicación de tareas TASKS a habilitar la posibilidad de etiquetar las actividades, ni siquiera el poderlas resaltar como importantes o prioritarias, invita a pensar. ¿Será que se han dado cuenta de que es algo que no aporta valor y tan solo supone una pérdida de tiempo?

Hay que buscar el punto de equilibrio, que suele situarse en el medio entre dos extremos

Efectivamente, en el término medio está la virtud. Desde nuestro punto de vista, tan malo es pasarse por exceso como por defecto. Durante los años de experimentación práctica con distintas herramientas, hemos tenido la ocasión de realizar un movimiento pendular.

Empezamos con TASKS. Nos dábamos cuenta de que en el mismo proceso de ALTA de una actividad ya podemos definir en el título:

      • EFICACIA-Qué
      • EFICIENCIA-Cómo:
          1. Quién (sujeto)
          2. Cuándo (tiempo)
          3. Dónde (espacio)

Por ejemplo: “Visitar (qué) a Pepe (quién) en su despacho (dónde) mañana a las 12:00h (cuándo)”

Pero con el tiempo nos dimos cuenta de que aquello que elaborábamos con suma rapidez no era más que una lista de pendientes con la que no podíamos pretender mejorar la gestión de nuestro rendimiento. Nos faltaba orientación a resultados. No nos preguntábamos por qué hacíamos cada cosa, por lo que no había búsqueda de alineación con objetivos.

Tampoco diferenciábamos la prioridad entre una actividad y otra más allá de por la lista en que se ubicara, lo cual entraña el peligro que tiene pensar que todo es igual. Después de algunos contratiempos serios ocasionados por esta grave carencia decidimos utilizar un sistema de etiquetado completo donde no se nos pasara nada de esto.

En nuestro afán de hacer las cosas de la mejor manera posible, llegamos a desarrollar un grado de detalle bárbaro en el proceso de etiquetado de cada actividad, buscando la perfección en el registro de la realidad que nos circundaba. Basta ver el sistema de etiquetado que llegamos a utilizar usando Evernote como gestor de actividades:  

A la conclusión que llegamos con el paso del tiempo es que el esfuerzo que empleábamos en el proceso de etiquetado era alto para el retorno obtenido en términos de valor. ¿Por qué? pues porque eran raras las ocasiones en las que teníamos necesidad de usar la información registrada.

Al final, llegamos a la conclusión de que se podía simplificar sin merma de productividad. Si el proceso de ALTA de una actividad nos brindaba en el título:

      • EFICACIA-Qué
      • EFICIENCIA-Cómo:
          1. Quién (sujeto)
          2. Cuándo (tiempo)
          3. Dónde (espacio)

¿Cuál era nuestra necesidad real de “etiquetado”? Concluimos que sólo necesitamos etiquetar:

      • Prioridad. Si la aplicación dispone de la posibilidad de etiquetado, basta con respetar este esquema. De otro modo, tendríamos necesidad de crear 4 etiquetas para elegir una por cada actividad (en una escala del 1 al 4: TC=4, TL=3, TP=2, TR=1)
      • Objeto (para qué hacemos la actividad)

Para crear etiquetas relacionadas con el OBJETO, necesitamos conocer cuáles son nuestras metas. Si no sabemos hacia dónde queremos dirigirnos, difícilmente sabremos si avanzamos en la dirección correcta. En este sentido, detrás de cada una de nuestras acciones debemos buscar su encaje en nuestro mapa mental. Os muestro un ejemplo.

En definitiva, sólo si tu nivel de actividad es muy discreto, merece la pena simplificar y quedarse con lo básico. Pero a poco que crezca tu volumen de actividades y la toma de decisiones se convierta en un proceso complejo, vamos a tener la necesidad de echar mano de un sistema de etiquetado, priorización y filtros. El simple hecho de forzarse a pensar en el motivo que hay detrás de cada una de nuestras acciones dota de una potencia a la herramienta que supone una diferencia brutal. Es sorprendente la cantidad de cosas que hacemos habitualmente y que, al descubrir que no aportan nada a tus metas, podremos dejar de hacer para centrarnos en las que sí que nos acercan a nuestros objetivos, al futuro que deseamos tener. 

Si te sirven nuestras recomendaciones no te resultará necesario cometer los mismos errores. De este modo, el tiempo invertido en la catalogación y el etiquetado según se describe en nuestro método puede generar grandes retornos intangibles del estilo “hacer lo que más conviene en cada momento“. Y es que, el conocer a golpe de click qué actividades comparten determinada característica, nos va a situar en una posición privilegiada para actuar con efectividad. El coste de no tener la opción de hacerlo puede ser muy alto en términos de productividad.

Valga como apunte final: el gestor de actividades seleccionado en el pódium de nuestra comparativa, TOODLEDO, en el proceso de añadir una nueva tarea, no sólo habilita la opción de etiquetarla sino que permite asignarle:

      • IMPORTANCIA, marcando la estrella 
      • PRIORIDAD, habilitando 5 niveles de priorización

En el epígrafe dedicado a TOODLEDO analizaremos con mayor profundidad la fórmula matemática que incorpora la herramienta para ordenar las actividades en función de lo que tienen marcado.

Añadir tarea en TOODLEDO

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