Innatos digitales o nativos digitales puros
Son considerados “innatos digitales” o “nativos digitales puros” porque nacieron en un entorno dominado completamente por la tecnología. Viven rodeados de dispositivos electrónicos. Navegan en internet con la tablet o el smartphone sin esfuerzo, con una destreza impropia de su edad. Hasta tal punto es así que en un espacio sin wi-fi podrían causar estragos en la economía doméstica. Para ellos, la tecnología AR/VR no es más que el último juguete.
Hablamos de las personas nacidas a partir de 2010. Se estima que los miembros de la generación ALPHA suponen en torno a un 6% de la población mundial. Dada su temprana edad, a bote pronto resulta prematuro realizar pronósticos acerca de cuáles van a ser sus rasgos distintivos. No obstante, hay algunas pistas que nos permiten sacar conclusiones sobre estos innatos digitales.
Expuestos a la intemperie digital
Son los hijos de los miembros más mayores de la generación Y (“millennials”) o de los más jóvenes de la generación X. En cualquier caso, de padres muy conscientes de la importancia de la formación en un entorno digital. Por ello, no es arriesgado suponer que probablemente los nativos digitales puros formarán parte de la generación que reciba más educación y de mayor calidad de toda la historia.
Otra consecuencia derivada de su origen parental es que viven hiperestimulados, por lo que desarrollan una cierta adicción a la novedad constante. Sus cerebros se han configurado para gestionar un gran caudal de información. Ello les obliga a discriminar, a decidir constantemente lo que les gusta y lo que no. Por supuesto, en el estadio de madurez en el que aún se encuentran los innatos digitales, no discriminan por el trasfondo de los contenidos. Simplemente, se dejan atrapar por lo que les resulta atractivo, sin más.
Ante esta sobre-exposición a la información multi-media, son el público objetivo perfecto para algunas estrategias de marketing digital. Algunas marcas son muy conscientes de la capacidad de influencia en las decisiones de compra que tienen sobre sus padres. Por consiguiente, no dudan en aprovechar esta brecha de seguridad para enfocar sus campañas a este segmento de edad. Por regla general, los controles parentales no suelen estar lo suficientemente activados para combatir esta vulnerabilidad que sufren sus hijos, nativos digitales puros. Es responsabilidad de los padres, no sólo educar, sino prevenir este tipo de influencias externas, que acaban por forjar rasgos en el carácter de sus vástagos, los miembros de la generación ALPHA.
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