Por contra, y como es normal, no todos los países consiguen mejorar su competitividad exterior por medio de incrementos de la productividad. De este modo, se ven abocados a “doparse”, es decir, a alterar de un modo artificial la paridad de su divisa contra el resto (devaluar) para continuar vendiendo sus productos a unos precios de mercado. Esto provoca el encarecimiento de sus importaciones y, por lo tanto, inflación, desempleo,… pobreza en definitiva. El único remedio para romper este círculo vicioso es el de mejorar su competitividad incrementando la productividad.
Ahora que, de un modo u otro, todos tenemos un cierto grado de exposición a la competencia internacional en esta aldea global en la que vivimos, la mejora continua de nuestra productividad individual se ha convertido en un imperativo para la supervivencia.
Salvando las distancias, este posicionamiento ante la realidad viene a ser como el ejercicio moderado y la alimentación equilibrada necesarios para que nuestro organismo se desarrolle de un modo saludable.
excelente didactica de transmision de mejorar los conocimientos y desarrollo de un cambio total de efectos y em especial causas extraordinarias como dicen exponenciales permanentemente
Agradecido por tu comentario, José Delfín. Sirve de acicate para continuar trabajando.