Este apartado es breve, pero también tiene su importancia y, por lo tanto, requiere de su espacio. Dicen que a buen entendedor, con pocas palabras basta. En esta vida, suele ser más fácil ir de menos a más que al revés. A todos nos gustan los finales felices. Es absolutamente necesario estar convencido de que lo que ofreces es algo bueno. Es legítimo, incluso, transmitir un cierto entusiasmo en la exposición de tus postulados ante la audiencia.
Pero lo que no es nada conveniente, porque genera decepción, es empezar prometiendo el cielo para luego bajar al suelo y reconocer que aquellas promesas no eran más que un modo de hablar. “Organízate con eficacia” arranca dándonos la bienvenida a una mina de oro de conocimientos. Y este ha sido el nivel a lo largo de toda su obra.
Son innumerables los fragmentos de sus libros que podría transcribir para reforzar la idea de que este modelo era la bomba. Podría dejarlo estar ya de una vez o no acabar nunca. Optaré por la primera opción, pero no me resisto a dejar constancia de estos dos testimonios en