Finalizada la jornada laboral, antes de dejar caer el telón, toca sacar cuentas. Nada mejor que un personaje puntual, metódico y riguroso para levantar acta de lo sucedido. Lo único que tiene que hacer es pasarse por la zona de archivo de la fábrica y vaciar en una saca el contenido del contenedor de ACTIVIDADES FINALIZADAS. Cargar con ella y dirigirse a la OFICINA. Vaciar su contenido en la mesa y aplicar la técnica del CHECKING-RETROSPECTIVO. Es sencilla, pero requiere de sistemática en las formas y capacidad de análisis en el fondo.