Tal y como expone Ana Providencia Morente Saco en su fantástico artículo para la Ventana Abierta, el método DAVOPSI se aplica en la docencia como instrumento de evaluación del espacio del aula centrado en la calidad de la organización espacial. Sin duda, aporta ideas que son extrapolables al ámbito laboral.
Según este método, resulta fundamental organizar el aula de manera que atraiga la atención de los niños, que respete sus necesidades básicas y sobre todo que esté organizada de un modo que proporcione seguridad y confianza.
En resumen, su funcionamiento consiste en analizar cada una de las dimensiones del espacio educativo, tanto exterior al aula como interior, siendo éstas:
- El ambiente: es un agente educativo de primer orden que debe respetar las necesidades básicas de los niños y hacerlos partícipes de su propio aprendizaje.
- Los objetos: debe haber varios objetos en el espacio que sean pertenencia del alumno.
- La privacidad: el espacio debe estar estructurado de un modo que permite a los niños organizarse y trabajar en equipo evitando posibles conflictos.
En este mismo estudio, son muy ilustrativas las referencias a la existencia de distintos modelos para organizar espacialmente el aula, También a los criterios que debemos tener en cuenta para la distribución y organización del espacio (necesidades fisiológicas, afectivas, de movimientos, expresión,…). Teniendo en cuenta esos criterios, establece la conveniencia de disponer de una serie de espacios dentro del aula (lúdicos, trabajo colectivo, trabajo individual,…).
Por supuesto, todas estas conclusiones pueden trasladarse desde el ámbito de la docencia al ámbito empresarial.