Empecemos por decir que las energías renovables dominarán el futuro de la generación de electricidad dentro de no muchos años. Efectivamente, ya existe una previsión real de cambio en el modelo energético a nivel mundial. El imparable aumento de la población llevará consigo el incremento de la demanda de energía. También la generalización en el uso del coche eléctrico marcará la pauta.
De un modo u otro, la eólica y la solar cada vez pesan más en el conjunto. Además, los paneles fotovoltaicos y los aerogeneradores son cada vez más baratos y eficientes. De este modo, se espera un descenso en los precios de las renovables. Por consiguiente, las energías limpias y seguras sustituirán a las que contaminan (combustibles fósiles) e incorporan riesgos (nuclear). Sin lugar a dudas, eso será una buena noticia para todos. Lo que hasta hace una década parecía no ser más que una entelequia cargada de buenas intenciones, hoy ya se vislumbra como una realidad a nuestro alcance.
En resumen, que los profesionales del sector van a sentir el viento de cola. Y esto tendrá una traducción, sin duda positiva, en términos de empleo.
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