La importancia estratégica: ¿hasta qué punto algo es prescindible?
Las variables se distinguen por categorías. No son iguales, no tienen el mismo peso específico ni la misma relevancia. La importancia estratégica de las variables viene dada por su grado de sustituibilidad. En otras palabras, por lo prescindibles que puedan llegar a ser.
Y aunque, claramente, lo deseable es el concurso de todas en grado óptimo, esto no siempre (casi nunca) es posible. ¿Qué ocurre entonces con el resto cuando alguna variable falla? ¿Se nos cae todo al suelo? ¿O podemos seguir adelante tirando del carro con las que sí se dan?
Categorías de variables
Son las variables primarias, básicas y fundamentales que, o se dan en mayor o menor grado, o no existe productividad; representan condiciones necesarias (pero no suficientes), pues siendo primordiales son incapaces de producirla/lo por sí mismas. Digamos que representan el punto de partida a partir del cual el resto de variables pueden jugar un papel más o menos destacado, pero sin ellas nada es factible.
Son variables importantes, pero se caracterizan por ocupar un papel secundario (en orden de prioridades): podría no darse alguna de ellas en su mejor versión y seguiríamos vivos, en términos de productividad, porque tendrían remedio. Digamos que nos podríamos apañar temporalmente tirando más del resto. Todas ellas comparten el ser condiciones suficientes pues, no siendo estrictamente necesarias, cuando se manifiestan, aseguran su existencia.
El último subgrupo o categoría de variables lo constituyen las llamadas diferenciales. Son aquellas que requieren de nosotros mayor grado de elaboración y esfuerzo intelectual. Al mismo tiempo, resultan ser las más prescindibles pues sin su concurso, aún se puede ser productivo. No surgen de un modo espontáneo. Necesitamos emplearnos a fondo para que puedan ser una realidad en nuestras vidas pero, una vez alcanzadas, tienen un efecto potenciador muy relevante sobre el nivel de productividad.
Paralelismos argumentales
1º paralelismo con la categorización: SER VIVO
En primer lugar, como ocurre con los seres vivos, hay partes de nuestro cuerpo que son claves para la supervivencia y otras menos. No es lo mismo que nos disparen en la sien que en el pie. Además, cuando las tenemos todas, las unas y las otras, cobra relevancia una tercera categoría. La de aquellas que marcan la diferencia entre unas personas y otras pues nos dotan de cualidades sublimes.
2ª paralelismo con la categorización: OBRA ARQUITECTÓNICA
En paralelo al ejemplo que estamos utilizando al compararnos con un ser vivo, podemos recurrir a otro tipo de comparación. También resulta muy didáctico y esclarecedor destacar las coincidencias que existen con las edificaciones arquitectónicas.
La estructura sobre la que éstas se sustentan se soporta sobre unos muros de carga y unas paredes maestras, que son clave de su sostenibilidad. Luego están los tabiques que nos permiten separar estancias. Por supuesto que son prescindibles, pero mejor si están para crear espacios habitables no diáfanos. Y por último, los elementos decorativos, como el yeso, que permite crear ambientes fantásticos.
Por eso decimos que cada cosa tiene su importancia estratégica y su grado de sustituibilidad. En definitiva, que el paralelismo con las categorías establecidas aquí es bastante razonable.
Resumen
Categorías de variables en el bloque endógeno
Dependen del individuo
VARIABLE | “A“ | “B“ | “C“ |
Voluntad | X | ||
Capacidad | X | ||
Experiencia | X | ||
Conocimientos | X | ||
Enfoque | X | ||
Energía | X | ||
Método | X | ||
Planes | X |
Categorías de variables en el bloque exógeno
No dependen del individuo, pero afectan de lleno a su productividad
VARIABLE | “A“ | “B“ | “C“ |
Medios | X | ||
Contexto | X | ||
Entorno | X | ||
Equipo | X |