Los necesarios cambios en la forma de trabajar del responsable de contabilidad no tienen por qué implicar pérdida de empleos. Pero lo que es indudable es que la profesión como tal está en fase profunda de reconversión. El trabajo que realizaban los contables lo hacen ahora las computadoras.
Ya no es necesario contabilizar una a una las ventas o las compras. Tampoco lo es puntear en los bancos los cobros y los pagos. Ni siquiera actualizar inventarios de mercancías o tener en cuenta las dotaciones y las provisiones cada año. El coste de los programas de gestión de inventarios y facturación que lo enlazan todo solos está al alcance de cualquier bolsillo medio. Sacar un balance de situación o una cuenta de resultados actualizada es cuestión de darle al click.
¿Qué función pueden ocupar los antiguos contables? Pues deberán convertirse en especialistas que analicen e interpreten los estados financieros para sacar conclusiones útiles. Ser más asesores que administrativos.
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Estoy totalmente de acuerdo, a mi pesar, por ser gran parte de mi profesión.
Gracias por tu comentario, Esther. Pero recuerda que mi postura no quiere ser agorera. Simplemente es que determinadas profesiones dejarán de existir tal y como las conocemos, lo cual significa que existe una necesidad de cambio y evolución en positivo.