Brian Tracy arranca su relato lanzando la idea de que ninguna técnica ni ningún método de productividad nos pueden convertir en personas más productivas. Tampoco nos van a resolver por sí mismos nuestros problemas de organización del tiempo.
Reivindica un cambio en el modo de pensar y de actuar como la única manera de dominar la avalancha de asuntos y responsabilidades que nos acucian a diario.
Según cuenta, si a algunas personas les va bien es porque utilizan mejor su tiempo. La habilidad crítica que nos diferencia a unos de otros es la capacidad para concentrarse en la realización de las tareas más importantes, para acabarlas pronto y bien. Ahí es donde sitúa la clave del éxito en la vida y en los negocios.
Entre la infinidad de asuntos que podemos llevar a cabo, tenemos que ser hábiles para distinguir unos de otros y seleccionar aquellos que son más importantes, relegando al resto. Y una vez tomada esta decisión, no hay que dormirse en los laureles. Sólo cabe resolverlos ejecutando de un modo rápido y correcto.
Unas veces su importancia vendrá dada por lo que contribuyen a nuestros objetivos. Otras, por el riesgo que supone el no coger el toro por los cuernos. En cualquier caso, a estas “patatas calientes” Brian las denomina “sapos”, y sobre ellos establece una especie de normas:
Esta predisposición resuelta a la acción (sin atajos) es el rasgo que caracteriza a las personas más exitosas. Por contra, el fracaso en la ejecución es el mayor problema de productividad que existe.
Quien desarrolle el hábito de establecer prioridades, superando indecisiones para afrontar la ejecución de las tareas más importantes, tiene la partida ganada. Completar las tareas principales genera gran satisfacción.
Desarrollar una adicción positiva a este hábito de acometer y concluir los asuntos que más nos afectan es uno de los secretos del éxito. Para alcanzar la focalización y la concentración, utilizamos tres ingredientes:
Cada una de las 21 estrategias que se van a exponer a continuación tiene validez por sí misma. Unas pueden ser eficaces en unas situaciones y otras pueden aplicarse a otras. En su conjunto, constituyen un menú completo de técnicas para la mejora de nuestra eficacia personal que podemos utilizar en cualquier momento, en cualquier orden o secuencia que tenga sentido para nosotros.