Una de las grandes técnicas para superar la postergación de las decisiones y lograr hacer más cosas más rápido es tener todo dispuesto por anticipado antes de trabajar. Empiece por despejar su escritorio o su lugar de trabajo para enfrentarse a una única tarea. Si es necesario, deje todo lo demás en el suelo o en otra mesa. Reúna toda la información, informes, detalles, artículos y materiales de trabajo que va a requerir para completar su labor. Tenga todo a mano para que pueda utilizarlo sin tener que levantarse o moverse mucho.
Las personas más productivas se dan tiempo para crearse una zona de trabajo donde pueden disfrutar. Cuanto más despejada y limpia esté su área de trabajo antes de que empiece, más fácil le resultará empezar y continuar. Asegúrese, sobre todo, de que dispone de una silla cómoda con un buen respaldo y permita que sus pies se apoyen en el suelo.
Cuando esté sentado con todo delante de sí, asuma el lenguaje corporal del alto rendimiento. Siéntese erguido, adelántese en el asiento y sepárese del respaldo de la silla. Asuma la postura de una persona eficiente, eficaz y que rinde al máximo. Entonces hágase cargo del primer asunto, exclame: “¡Manos a la obra!” y sumérjase en el trabajo. Y una vez que haya comenzado, continúe hasta terminar.