En su versión negativa (DEBILIDAD) supone no tener fuerzas para continuar adelante después de un episodio trágico.
Para corregir esta debilidad, es necesario desarrollar la inteligencia emocional. Aceptar el cambio como parte de la vida. Además, conviene admitir la necesidad de recibir apoyo a través de nuevas relaciones personales (individuales o de grupo). Sobre todo, viendo las cosas en perspectiva largoplacista. Por último, respetarse a uno mismo y cuidarse.
“La vida es bella”
En modo positivo (FORTALEZA) supone rebotar. Ser capaz de encajar la adversidad y de volver al estado natural saliendo fortalecido después de atravesar circunstancias severas e inusuales.
Para mantener esta fortaleza, se debe mostrar ejemplaridad en el comportamiento a través de la generosidad y de sentirse dispuesto a ofrecer apoyo a otras personas que necesiten contar con su experiencia. Si además se ha contado con ayuda en el trance, mostrar agradecimiento.