Cuando haces un pequeño cambio, tu “normal” se ajusta. Los pequeños cambios son más fáciles de acometer. Un gran cambio no solo requiere un compromiso mental, también más tiempo y esfuerzo. Los pequeños cambios son más fáciles de mantener.
Aprende a formar los hábitos más fáciles al principio. Esto te ayudará a construir la confianza en ti mismo. Los cambios incrementales se van sumando hasta crear cambios inmensos.
Una actitud de todo o nada, es la manera más rápida de sabotear cualquier intento. Si es demasiado ambicioso, se va a decepcionar.
Mira hacia adelante para evitar obstáculos previsibles. Hazte bueno observando los impulsos pero no actuando en base a ellos.
Observa tu diálogo interior y ten fuertes motivaciones.
Los desafíos funcionan realmente bien.
Hay que buscar inspiración. Hablar con gente que haya alcanzado los mismos objetivos que usted está buscando. La lectura de casos de éxito lo mantendrá animado.
El hábito es la recompensa –no es una faena rutinaria–. Añadir recompensas externas puede ser un modo útil de obtener realimentación positiva por practicar el hábito, pero la mejor posible recompensa es interna.
Muchos hábitos a la vez hacen que probablemente fracases. Reconoce cuando te estás distrayendo. El fracaso es una herramienta de aprendizaje. Cómo te relaciones con el fracaso es clave. Los cambios de hábitos son herramientas para el auto-aprendizaje.