La claridad es el concepto fundamental en la productividad personal. Tener claridad sobre los objetivos y no desviarse de ellos.
Una de las razones principales de la postergación de las decisiones y la falta de motivación es la vaguedad, la confusión acerca de lo que se supone que tiene que hacer y en qué orden y por qué razón. Tiene que evitar esta situación habitual y luchar por la mayor claridad posible en todo lo que haga.
Una gran regla para el éxito: piense sobre el papel.
Solo un 3% de los adultos tiene objetivos claros escritos. Esas personas consiguen cinco o diez veces más que gente de igual o mejor educación y capacidad pero que, por la razón que sea, nunca se han dado el tiempo para escribir exactamente lo que quieren.
Hay una poderosa fórmula, que puede usar durante el resto de su vida, para establecer y lograr objetivos. Consiste en siete pasos muy sencillos. Dar cualquiera de estos pasos (si es que aún no los ha dado) permite duplicar o triplicar la productividad personal:
Los objetivos escritos con claridad tienen un efecto maravilloso en su pensamiento. Le motivan y afirman para la acción. Estimulan su creatividad, liberan su energía y le ayudan a superar la postergación de las decisiones tanto como cualquier otro factor.