Mención aparte merecen los inputs consistentes en cancelaciones sobrevenidas o simples demoras en el inicio de una tarea que forme parte de la PDA. En este sentido, cabe distinguir, de mayor a menor impacto:
Aquella que ocurre de forma repentina y por sorpresa justo en el momento en el que la tarea de la PDA se iba a llevar a cabo. Debo prestar más atención, implica acción que debo hacer yo, no puedo esperar porque me acaba de pasar y además, tengo que darle una respuesta inmediata. ésta no puede ser otra que buscar una tarea susceptible de ser anticipada al momento actual para llenar el hueco que se nos acaba de generar.
Aquel trastorno sobrevenido (retraso) que implica la necesidad de posponer la tarea a otro momento dentro de la misma jornada laboral. Debo prestar más atención, implica acción que debo hacer yo, pero no corre prisa inmediata. Por lo tanto, la tarea en curso no peligra y lo que habrá que hacer es buscar sitio entre las tareas susceptibles de ser reemplazadas para llenar el hueco generado.
Este tipo de percance (retraso) implica tan solo petición de aplazar la visita a la próxima semana sin cancelar voluntad de encuentro. Si tengo que prestar más atención, implica acción que debo hacer yo, pero no hace falta que lo haga ya, puedo esperar a final de la jornada laboral para convertir en tarea este input.